Sesenta semanas en el trópico: Viajes por el planeta exterior

Este libro relata peripecias de un año en Tailandia con excursiones a Vietnam, Myanmar y Singapur, sobre el quicio exacto que divide la segunda de la tercera edad. El paisaje de gentes y sitios recónditos acompaña a una pesquisa interior que va a tocar fondo, con un brote de introspección y telepatía causado por brebajes primitivos. Un libro que todo lector alterado agradecerá por su exploraciones geográficas, intelectuales y morales con resuelta vocación por el peligro.

[Fragmento del libro] Hay trece horas de avión por enfrente, desde el ascua de luz parisina que vamos dejando atrás hasta los panoramas ignorados de Tailandia. Llevo el corazón muy maltrecho. Hace medio año me aparté de una mujer a quien había prometido no dejar jamás. Antes de confesarle que hice un hijo con otra huyo a la cara opuesta de todo el mundo, para no ayudar al mal provocado por la confesión en mi vieja casa, un mal que me resulta insufrible, desmedido, monstruoso. Tengo causas para romper ese matrimonio, por supuesto, pero nada cambiará que podía haberme sacrificado y no lo hice. Es algo que reitera el ánimo cada mañana en el momento en que despierto, percibiendo el atardecer adelantado de la vida como una navegación diametralmente diferente de la anterior. Siempre y en todo momento recorrí el filo de la navaja, guardado por una alegría estoica que repartía suerte en los peores percances. Nuestra cree quedó enganchada al ofrecer el último salto, y en este momento toca proseguir con pasiones que rigen mezquinamente, como el metabolismo.