El mono obeso: La evolución humana y las enfermedades de la opulencia: obesidad, diabetes, hipertensión, dislipemia y aterosclerosis (Drakontos)

 

¿Por qué razón hay tantas personas obesas? ¿Cuál es la razón de que sea tan bien difícil perder el exceso de peso? ¿A qué obedece esta epidemia de diabetes que en el año 2020 afectará a mucho más de 300 miles de individuos? ¿De qué forma posiblemente la hipertensión y el exceso de colesterol nos aflijan a muchos? En las sociedades desarrolladas, y en ciertos países emergentes, estas y otras patologías de la opulencia, como las cardiovasculares, afectan a una gran parte de la población mayor de 40 años y, en los últimos tiempos, están conminando a nuestros hijos.

 

El mono obeso es un libro de lectura urgente, por el hecho de que nos dirige hacia la entendimiento y, por ende, hacia la prevención de estos inconvenientes apremiantes. En él instructor Campillo examina el papel que juegan nuestros genes en el avance de las patologías de la opulencia y nos enseña que muchas de estas enfermedades proceden de la incompatibilidad entre el diseño evolutivo de nuestro cuerpo y la utilización inapropiado que de él hacemos.

 

El lector transitará por un ámbito impresionante: el de los últimos diez millones de años de la evolución humana. El saber de nuestra evolución es fundamental para entender los cambios sucedidos en la nutrición de nuestros ancestros y las adaptaciones metabólicas que debieron sobrepasar. Se dijo que somos hijos del apetito, puesto que nuestra clase debió amoldarse a centenares de miles de años de dificultad alimenticia. La evolución fue viable merced a la acumulación de una secuencia de mutaciones provechosas que en grupo se nombran el genotipo ahorrador. Estos genes, el día de hoy en una temporada de abundancia persistente, tienen la posibilidad de ser causantes de la obesidad y de las anomalías de la salud de la opulencia ¿Cuántos de estos genes ahorrativos ha heredado usted?

Lo que quiere El mono obeso es asistirnos a localizar el sendero para realizar las paces con nuestro diseño y a hallar que los genes de la era prehistórica y nuestras maneras de vida de hoy estén en armonía para lograr disfrutar de una vida mucho más saludable y, probablemente, mucho más extendida y feliz.