Ensayo sobre la lucidez

Saramago, un escritor que se convirtió en la conciencia lúcida de una temporada cegada por los mecanismos del poder, lanza una llamada de alarma: «Puede ocurrir que un día debamos cuestionarnos "¿Quién ha firmado esto por mí?"». Ese día puede ser el día de hoy.

«Aullemos, ha dicho el perro.»
LIBRO DE LOS CONTRARIOS

A lo largo de las selecciones municipales de una localidad sin nombre, la mayor parte de sus pobladores escoge individualmente ejercer su derecho al voto de una forma inopinada. El gobierno se teme que ese ademán innovador, con la capacidad de socavar los cimientos de una democracia corrompida, sea producto de una conjura anarquista en todo el mundo o de conjuntos exagerados extraños. Las cloacas del poder se ponen en marcha: los responsables deben ser eliminados. Y si no se encuentran, se idean.

Los personajes principales de esta novela de Saramago, un inspector de policía y la mujer que preservó la visión en la epidemia de luz blanca de Ensayo sobre la ceguera, dan muestras de la altura ética que los ciudadanos anónimos tienen la posibilidad de lograr en el momento en que deciden ejercer la independencia.