Solo una película amarga (Harper Bolsillo)

Mayo de 1964. El inspector Hilario Soler es el responsable de investigar el homicidio de Gonzalo Romeu Sotomayor, entre los constructores mucho más esenciales de Barcelona en ahora desde tras la Guerra Final. El cadáver tiene una nota clavada en la frente con una chincheta donde se lee una enigmática nota manuscrita: "Por Simón".
Desde los primeros pasos de Soler y el subinspector Quesada, un planeta de intereses, odios y pasiones envuelve la investigación, que de a poco va a ir derivando hacia algo considerablemente más obscuro, algo inimaginable que trascenderá alén del presente y que va a tener sus raíces en el obscuro pasado de los personajes principales de la historia.
Pues el pasado, como un corcho sumergido en el agua, siempre y en todo momento regresa.
"—¿Era de esta manera con todo el planeta?—Con la multitud cercana a él, sí. Otra cosa eran los negocios.—¿Contrincantes?—Muchas personas no excusa el éxito, y el señor Roméu lo tenía.—He oído decir que era inexorable.—Con los que deseaban hacerle daño, los que engañaban sobre algo, los que intentaban desprestigiarle o sacarle la concesión de unas proyectos…".