El espíritu de la comedia (2017 nº 5)

La parte inicial de este libro versa sobre algo que solo podría sintetizar como lo divino y lo humano, ya que trata de meditar el vínculo entre las dos cosas. La segunda se enfoca en aspectos del Estado contemporáneo. Grosso modo, agregaría que estas páginas procuran pensar sobre la banalidad, una cuestión poco banal si decidimos mirarla de frente. En el fragor de todo el mundo mecánico actúa asimismo lo que descansa mudando.

[Fragmento del libro] Entre las desgracias que se prosiguen de la codiciosa comedia puesta en práctica como Avance está el movimiento de la riqueza desde el ser al tener. La riqueza que se tiene jamás desbordará un marco de herramientas y adornos, que tenemos la posibilidad de perder o ganar a golpes de pura aleatoriedad, mientras que continuamos asustados, tacaños y enclenques, valga decir estrictamente pobres. La riqueza como ser es nuestro reino inviolable, del que extraemos arrojo, generosidad y salud por derecho propio. Hacer una riqueza no ilusoria forma el privilegio de los ricos al nivel del ser, que en lugar de esforzarse por amontonar cosas comprables protegen el don de la vida en su mucho más alta intensidad, donde —discreto o elocuente— rebosa alegría. La riqueza del tener, esa pura opulencia, piensa siempre y en todo momento alguna escasez extraña y acompaña a los estériles como la sombra a algún cuerpo iluminado.