Quédate Conmigo o vete: No te vayas

Amy Collins está locamente enamorada de su jefe, del señor cara de póker, su italiano hot. Se entregó absolutamente a él en cuerpo y alma. Brandon Barbieri entregó su corazón por vez primera pero no entregó sus temores como lo logró Amy.
¿Va a poder confesarle su pasado? ¿Va a poder olvidar su pasado como Amy olvidó el de el? ¿Amy va a poder admitir su pasado?
Muchas cuestiones y escasas respuestas, de esta manera se resumen la relación de los dos, pero llena de pasión y distribución. En el momento en que las puertas se cierran otras 2 se abren y son mucho más inquietudes y pruebas por vencer. Entre mucho más pelea Amy por comprender al hombre que le puso su planeta de cabeza, recula cinco pasos, dejándola derrotada y un corazón hecho trozos. El pasado vuelve y se transforma en un presente que viene a revolverlo todo y frecuentemente a destruirlo.