Matemos al tío (Impedimenta nº 127)

Barnaby Gaunt tiene diez años y termina de quedarse huérfano. Solo y desprotegido en la vida, debe de vivir con su tío, con lo que viaja a una hermosa isla recóndita de la costa de Canadá, llena de afables ancianitos y donde hay hasta un policía montado. A primer aspecto, todo señala que le espera un verano especial. Salvo por un pequeño inconveniente: su tío trata de matarlo. Heredero de una fortuna de diez millones de dólares americanos, Barnaby se fatiga de mencionarle al mundo entero que su tío, un hombre enigmático y espantoso, anda tras su herencia, pero absolutamente nadie le cree. Absolutamente nadie salvo Christie, una pequeña extraña y de poco comer, que llega a la conclusión de que Barnaby solo puede parar a su demoniaco tío de una forma: matándolo primero a él. Y de esta forma, con el apoyo de Una Oreja, un puma salvaje a quien los isleños torturan desde hace unos años, Christie y Barnaby traman un plan eficaz.
Una lectura exquisitamente malvada. Obscura y mortalmente ingeniosa, "Matemos al tío" es un tradicional de culto que jamás hasta la actualidad se había anunciado en castellano.