Una mañana en el Támesis (Un día en el Támesis 1)

Primera distribución de una serie que hace las exquisiteces de las lectoras de Díaz de Torra y que sigue con Una tarde en el Támesis.

Lo que al comienzo es tan únicamente una apuesta se transforma en una bonita historia amorosa a riberas del río Támesis.

James Keeling, duque de Gysforth, hizo una apuesta con sus amigos, en Brooks's: va a dar un recorrido matinal en barca por el Támesis con una dama completamente ignota, alguien a quien no haya visto nunca, y con la que no haya hablado jamás. Algo que semeja irrealizable de cumplir hasta el momento en que, a lo largo de una partida de cartas, coincide con un jóven consumido por el ansia del juego, el nuevo y flamante conde de Saxonshare.

Lady Bethany Howland, hija del viejo conde de Saxonshare, sabe que está abocada a la ruina mucho más completa. Su primo y tutor está dilapidando la fortuna familiar con su patológica aficiónal juego y la mala vida, y ella no posee modo de evitarlo. Atrapada por los convencionalismos de la sociedad donde vive, su única ilusión es el romántico enamoramiento que siente por el duque de Gysforth, al que solo vió de lejos.

El hombre que, una mañana en el Támesis, le va a romper el corazón.

Las mejores comentarios de los que leen de la novela:
«Me ha encantado. Es una novela que tiene amor, romance, erotismo, suspense y un toque de secreto. Ciertas cosas se quedaron en el tintero y sospecho que vamos a ir descubriéndolas con las otras historias. Sugiero bastante leer a Díaz de Torra, siempre y en todo momento llama la atención y engancha. Esperando de ese recorrido por la tarde.»

«Para no cambiar, leer a Díaz de Torra es un exitación. La historia magnífica, la ambientación espléndida y evidentemente, la manera de redactar de la autora, de diez. He gozado como una enana con este romance en fachada irrealizable. Muy aconsejable.»

«Me encantó la obra de la autora Díaz de Torra. Me hizo pasear no solo por el Támesis, sino más bien por distintos panoramas de Inglaterra que me han con pasión. Y encima, en la mitad de ellos se gesta una historia amorosa realmente bonita. [...]»