Soñando con bosques

«Llevamos en nuestras raíces la memoria de todo el mundo…»
Todo final tiene un principio.
Este es el comienzo de El Segundo Ocaso

Isobe de Ilhah, hermana de entre los señores mucho más poderosos de Novana, mira impotente de qué manera su hermano y señor se encara al nuevo rey Tearate y conspira para quitarle la corona antes aun de que pase el periodo de luto por el previo monarca. Apartada en entre las fortalezas del señorío de Teilhil y sentenciada a ser poco mucho más que la dama de compañía de su sobrina Diaina, una pequeña con la capacidad de percibir la voz de los árboles y leer en sus raíces su porvenir y el destino de todo el mundo, Isobe trata de quedarse ajeno de un enfrentamiento en el que su familia busca las coaliciones mucho más inverosímiles para hacerse con la corona del difunto Kevol IX.

No obstante, en el momento en que el nuevo rey desaparece y la Corte de Novana comienza a suponer que fué ejecutado antes que logre ponerse la corona sobre la cabeza Isobe se transformará sin quererlo en la parte clave de un juego en el que el poder se gana, o se pierde, con sangre.

La primera precuela de El Segundo Ocaso cuenta una sección primordial de la historia que sucedió antes del comienzo de la saga, los hechos que condujeron a la situación de hoy del conjunto de naciones de Ridia y que van a ser determinantes para su conclusión.