La soberbia: Pasión por ser (Pecados capitales)

La soberbia es la raíz y la reina de todos y cada uno de los errores, de esta manera la definen tanto Agustín como Tomás, lo que le hace ocupar un espacio particular en la jerarquía de los errores. En un instante como el que el día de hoy atraviesa el planeta occidental contemporáneo, construido y también inspirado por el presupuesto igual de los derechos, la soberbia se muestra travestida y también inconfesable. Existe, pero disfrazada, en movimientos rutinarios que tenemos la posibilidad de evaluar como presuntuosos, insolentes o vanidosos, pero evaluar es asimismo una representación de la soberbia. Esta remite a determinada excelencia, es una degeneración que tiene su origen en la excelencia. En este libro, escrito en diálogo socrático, para no caer en la soberbia de tener la realidad, entre 2 individuos, se busca la identidad de un pecado durante su paseo por la historia.

¿Qué tienen en común la soberbia y la vanidad con el heroico pecado de un ángel, Lucifer, que desafió a Dios, con un monje que especialidad su cuerpo hasta anularlo, con un rey que dicta la ley y la prohibición? ¿Qué tienen en común la malvada excelencia de estos retos con la soberbia de el día de hoy? ¿Con las formas opacas nuevas recientes de soberbia, de desvarío, de omnipotencia, de desprecio por el otro, de blasfema negación de nuestra debilidad?