Santander, el banco: El imperio que hereda Ana Botín (Historia empresarial)

La concentración bancaria, común en todos y cada uno de los países, en pos de economías de escala y situaciones de dominio, podría argumentar una parte del desarrollo del Banco Santander.
Pero el gran salto cuantitativo en oposición al BBVA, el otro enorme banco español, tiene unas causas concretas: la combinación de geniales equipos de expertos bancarios que se han incorporado últimamente, la identificación facultativa de los usados con un estilo personal que se ejemplariza con la utilización de la corbata roja –el yugo colorado– y nuestra personalidad de su máximo dirigente, Emilio Botín, que aunaba una increíble ambición y perserverancia con un estilo de negociación y de administración frío y también inexorable.
Solo 2 instructores de la Wharton Business School, desde la lejanía y la independencia que da una reconocida facultad de america, podían atreverse a traspasar con objetividad y hondura en esta interesante aventura. Mauro F. Guillén y Adrian Tschoegl comentan el nacimiento del banquín de provincias y la toma del control por la familia Botín, si bien examinan con mucho más hondura los años recientes: la expansión sudamericana, la adquisición del Abbey, la apuesta por la parte de los activos del ABN AMRO y el remplazo del motor de toda esta explosión. A este paseo suman el fallecimiento repentino de Emilio Botín y los desafíos que tiene adelante su hija Ana como heredera de un imperio que, a buen seguro, proseguirá haciendo un trabajo por superarse y andar por nuevos retos.