La resistencia silenciosa (Argumentos nº 314)

El pasado prosigue vivo de forma en ocasiones trágica. Una democracia debe luchar por la realidad histórica: comprobar el pasado es una virtud de la historiografía, si bien haya una manera de revisionismo culpable, la que olvida con quién se encontraba la razón en 1936. Este libro se ofrece regresar sin anteojeras sobre la actividad intelectual y cultural de los años treinta y 40, pero atiende más que nada a las reacciones de esenciales escritores del periodo frente a la propagación del virus fascista. En España brotan intelectuales fascistas, que pierden el nervio ideológico desde finales de los 40, y cambian de ideas bastante después, en el momento en que sus jóvenes perros chiquitos comienzan a crear una resistencia discreta, mientras que sobrevive la memoria de la tradición liberal. Y con ella, en los años 40 y cincuenta, se reiniciará una ley de modernidad que el franquismo había obstruido. La razón actualizada y la fe en la cordura habían resistido tranquilamente bajo la morralla fascista de los primeros quince años de posguerra. Y si bien esta época las esconda, desagradecida o descuidadamente, allí están, asegura el creador, las raíces del presente XXXII Premio Anagrama de Ensayo.