El remo de Caronte

A Esteban Oporto no le fueron bien los negocios con el clan de los búlgaros. Nasko, entre los integrantes, le pega un tiro en medio de una cara. No obstante, lo que debería ser un tiro mortal se transforma en la confirmación de que no existe mucho más allí: la desaparición abandonó a la raza humana.
Tras su especial resurrección se rencuentra con la única familia que le queda tras muchos años de mala vida: Ricardo, un amigo de la adolescencia que es como su hermano mayor (del que es aventajado acólito), y Emilio Keller, un viejo instructor al que ve como el padre perdido por intención propia. Los dos reflejan los 2 mundos que confluyen en la personalidad de Esteban. El primero representa la cruda situación, los entornos insalubres de cubata y prostíbulo económico. El segundo, lo que podría ser: un futuro ahora pasado de vida universitaria.
En el momento en que Ricardo regresa de Cuba tras buscar mujeres para el negocio, trae sin saberlo su especial némesis: Heredia, el boliviano, el que desea restituir el honor perdido tras comprender que su chavala fué depravada. ¿Pero de qué manera va a ser eso viable en un planeta en que la desaparición por el momento no existe?