Fugas silenciosas

En el momento en que se vive en una sociedad que desdeña, que impide en todos y cada uno de los sentidos, que oprime, es simple caer en una profunda depresión. El personaje principal de esta novela, no obstante, desde el instante en que es joven, no se rinde y tiene una reacción, tiene una reacción en silencio. Él solicita un certificado médico que le exonera del trabajo por agotamiento inquieto por un periodo de veinte días, y se embarca en un viaje a solas en el desierto del Sahara. Pero aun en un caso así el destino no asistencia: no solo se encara a varios incidentes tragicómicos, pero la desolación de este sitio afila su furia, haciéndole regresar a la cabeza todo cuanto sufrió desde el instante en que era un niño. De regreso a su localidad natal en estado deplorable físico, se pone a trabajar, y también instantaneamente padece reproches y amenazas de su jefe. O sea bastante! ¡Basta! Firmado una carta de renuncia al trabajo, toma el barco de remos que había edificado, y entra en el mar abierto. Tras haber distanciado de la costa, se siente una llamada extraña