¿Por qué tomarse la molestia de hacer elecciones?: Pequeño manual para entender el funcionamiento de la democracia (Derecho y Política)

¿Qué es razonable aguardar de las selecciones en el planeta real, en que los mercados distribuyen de forma dispar los capital y en que los políticos hacen su mejor esfuerzo para perpetuarse en el poder? ¿Tenemos la posibilidad de charlar de selecciones en casos en que hay que elegir entre 2 variaciones de lo mismo? ¿Es bastante con que una mayoría de votantes considere que algo es lo destacado para todos? ¿Por qué razón los comicios como los conocemos son "el menos malo de los mecanismos" para escoger a quienes nos rigen?
Con colosal solvencia, Adam Przeworski, uno de los más importantes politólogos de la temporada moderna, nos guía por todas y cada una de las peripecias de los países y sus ciudadanos en el momento de elegir quiénes guiarán sus rumbos. De este modo, entran en juego las desigualdades económicas, los trucos, engaños y virtudes de los políticos o los sentimientos de nacionalidad, tanto como una ojeada de las primordiales teorías de la política, el derecho y la sociedad, de Montesquieu y Condorcet a Kelsen y el neoconservadurismo. De Inglaterra a Zimbabue, de Hong Kong a México, Przeworski nucléa en estas páginas, con la claridad expositiva de un manual de simple lectura, un completo y atrapante "estado de la cuestión" sobre las selecciones.
Este libro es un caso de muestra del procedimiento intelectual de Przeworski: no tomar por evidente lo que semeja serlo, y hacerse las cuestiones que otros dejan pasar de largo. De esta manera, el creador enseña en estas páginas por qué razón no podemos aguardar mayor "justicia" de las selecciones, que por lo general son "impotentes" en frente de varios de los primordiales óbices que combaten, y por qué razón son por norma general inútiles de cerrar los idóneas que les brindaron origen como base de los sistemas democráticos. Más allá de todo –arguye Przeworski–, los comicios son un procedimiento irrenunciable, por ejemplo causas por el hecho de que señalan a procesar de forma pacífica los enfrentamientos en sociedades con profundas divisiones.