Perfect Humanity

Detallar la raza humana es detallar la ambición y, como cualquier ambición, esta siempre y en todo momento va a ser egoísta.

Meder se despertó de un profundo sueño, entre los sonidos de detonaciones y tiros que hacían tremer todo a su alrededor. Se encontraba encadenado poderosamente a las paredes en una sombría habitación de metal, clausurada a cal y canto por una gran puerta. No recordaba quién era, porqué se encontraba allí o cuánto tiempo llevaba encadenado, lo único que tenía en sus recuerdos era el desgarrador asesinato de una mujer y una pequeña, que reconocía como su familia. El mal se apoderó de forma rápida de él y una gran fuerza comenzó a aparecer de su interior. Adjuntado con ese mal, su cuerpo se alumbró con unas llamas azules que afloraron de su piel, alumbrando la celda donde estaba. Sin inconveniente alguno, arrancó las cadenas que lo sostenían y logró salir de allí. Las vidas humanas no significaban nada para él, cualquier persona que se interpusiese en su sendero, perdía la vida en solamente unos segundos, sin siquiera un atisbo de piedad. Entonces descubrió que su poder no era único, que había otros que estaban en guerra que tenían exactamente la misma fuerza que él, ADEM se les llamaba. Fuera como fuera, los que le quitaron a su familia pagarían por este motivo sin lugar a dudas y absolutamente nadie, amigo o enemigo, sería con la capacidad de detenerle en su sendero.

La traición, la guerra, la desaparición… todo eso se hallaría en una historia donde la única forma de vencer no es tener mucho más poder que tu contrincante, sino más bien comprender emplearlo mejor...