NOVELAS DE AMOR Y DE MUERTE: PIEDRA DE LUNA

Todos y cada uno de los que van por vez primera a la localidad de Los Ángeles, en California, quieren conocer la vecina población de Hollywood.
Temporada en que el arte cinematográfico, monopolizado por los USA, comenzó a realizarse, hasta el punto de resultar la quinta producción nacional. Establecidas las considerables viviendas cinematográficas en Novedosa York, debieron batallar con la luz gris y nublosa del invierno a riberas del Hudson, y esto les logró ir en pos de un país de cielo seco, siempre y en todo momento azul, de sol profundo, de atmósfera clara, concluyendo por fijarse en California, en el viejo territorio de las Metas franciscanas, cerca de la pobre parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles que crearon los misioneros españoles, y es, hoy día, la conocida localidad de Los Ángeles, estación invernal de multimillonarios. Esta historia nos relata la vida y fantasías de una actriz cubierta en su papel que le perdurara para toda la vida.