Nosotras, enfermeras: Historias de unos días que nos cambiaron para siempre

El testimonio de de qué forma las enfermeras vivimos los días en que un virus paralizó el planeta en poco mucho más de tres meses y sumió a España en la peor pandemia del siglo XXI.

Esta es la narración de una enfermera que luchó contra el coronavirus en primera línea, armada con una bolsa de basura y una mascarilla reutilizada. Pero, de todos modos, es asimismo la de todos y cada uno de los enfermeros y las enfermeras que plantaron cara al virus, esos a los que la sociedad llamó héroes, y por quienes aplaudía a las ocho, mientras que ellos y ellas vivían con el temor pegado a su espalda. Es el testimonio de sus lágrimas, miedos y sacrificios, y al unísono de la enorme felicidad que sentían toda vez que apagaban un respirador y entregaban el alta a un tolerante.

«El primer tolerante que atendí con la COVID-19 fue el 5 de marzo de 2020. Pienso que esta va a ser entre las datas que recordaré toda la vida. Hasta ese día, hasta exactamente el mismo momento en que tienes ante ti a un individuo contagiada con el virus que está ocasionando muchos estragos, mis compañeras y yo proseguíamos suponiendo que no nos tocaría.

Sospecho que una, como mecanismo de defensa, tiende a denegar la verdad hasta el momento en que la tiene a 2 metros de distancia y con un informe del laboratorio con la palabra POSITIVO redactada en mayúsculas. Pese a todo, y a pesar de que los casos en Italia se contaban ahora por miles, proseguíamos aferrándonos al hecho de que ese día en este país los comprobados solamente superaban los doscientos y en las plantas de mi hospital las situaciones no llegaban ni a doce. No podíamos ni imaginar que terminaríamos entrando, únicamente en nuestra unidad, a mucho más de trescientos pacientes en solo un par de meses. Que en toda España habría mucho más de doscientos cincuenta mil casos comprobados, que en solamente tres meses mucho más de cincuenta mil compañeros y compañeras se contagiarían o que nos dejarían para toda la vida mucho más de veintiocho mil personas según los datos oficiales.

Con este libro pretendo plasmar, de la manera mucho más leal viable a la situación, todas y cada una de las historias acontecidas a lo largo de estos días a fin de que, pese al paso de los años, no se pierdan en el olvido, se reescriban o se desdibujen. De esta manera, quienes no lo han vivido tan de cerca, van a poder ser mucho más siendo conscientes de lo que sucedió.»

«La crónica de un colosal esfuerzo profesional, redactada desde la solidaridad y la angustia. Ojearlo es un acto de gratitud».

PEPA FERNÁNDEZ.RNE