Los ratones de dios: Los secretos del robo del Códice Calixtino de la catedral de Santiago (Sin Ficción nº 3)

En el mes de julio del 2011, los canónigos de la catedral de Santiago de Compostela se percataron de que hacía falta el Códice Calixtino, el manuscrito iluminado del siglo XII considerado como la primera guía de viajes de todo el mundo y referente para millones de peregrinos en el momento en que efectúan el Sendero de Santiago.

El hurto del Códice Calixtino, una obra cercada de secreto, leyendas y disputa desde sus orígenes hasta nuestros días —y de valor incalculable—, convulsionó a toda la sociedad de españa y también en todo el mundo.

Para recobrar la conocida reliquia, se puso en marcha un operativo dirigido por la Brigada de Patrimonio Histórico. Para su investigación, los policías debieron viajar a Santiago —y asimismo en el tiempo—, al ingresar en un planeta gobernado por las leyes de Dios, ejecutadas por el deán, jefe del templo, y sus ayudantes, los canónigos.

Indudablemente, las pesquisas que el inspector jefe Tenorio y el juez Vázquez Taín hicieron abarcaron todos y cada uno de los rincones mucho más oscuros de la catedral y desvelaron chantajes sentimentales, guerras entre canónigos, acusaciones de homosexualidad y drogas, y dejaron saber, además de esto, que había ratones que hurtaban dinero de los peregrinos desde hacía varios años frente a la "resonante desidia" de los curas, según decretó el tribunal que juzgó la situacion.

La situacion asimismo desveló que la razón para hurtar el Códice Calixtino no era ni muchísimo menos la que los estudiosos se aguardaban.