Los funerales de Castro (Ariel)

"4 años en Cuba como corresponsal de Televisión De españa habrían de ser suficientes para agotar mi aptitud de desconcierto", redacta Vicente Botín, creador de Los entierros de Castro. Pero no fué de este modo. Cuba, como la pipa de Magritte, no es una isla, es la imagen de una isla. Hay que vivir en Cuba para comprender de qué manera es la vida diaria, para comprender que hay 2 ocasiones, una real y otra virtual, y que los cubanos habitan las dos al unísono sin estar locos, como afirma el bolero de Richard Danenberg. Cuba no es el planeta feliz que reflejan los medios, en Cuba hay una situación que es requisito enseñar y esta es la que queda reflejada en Los entierros de Castro, fruto del contacto directo con los cubanos y de una estricta investigación efectuada con documentación realmente difícil de hallar y, más que nada, de preservar. Los entierros de Castro es un auténtico fresco de la Cuba de hoy, escrito con precisión, ironía y bastante sentido del humor y aderezado con los poemas y canciones con que los cubanos tratan de exorcizar sus diablos.