Liberalismo: Los 10 principios básicos del orden político liberal (Sin colección)

El término "liberalismo" hace aparición de forma diaria en las diálogos y debates sobre política, economía o ética. No obstante, su concepto y también implicaciones tienen la posibilidad de con cierta frecuencia no ser evidentes e inclusive ser ilusorias. ¿El liberalismo piensa estar en pos de una fiscalidad achicada? ¿O se refiere a un grupo de ideas progresistas en temas como la religión, las drogas, la eutanasia o la sexualidad? ¿Está en pos de las considerables compañías y de sus conexiones con el poder político o justo en caso contrario? ¿Ser liberal significa verse partidario del derecho a la autodeterminación de los pueblos, de la unidad de las naciones históricas o de ninguno de estos conceptos? ¿O quizá el liberalismo equivale sencillamente a la defensa de un sistema democrático afín al de hoy?

En este libro, Juan Ramón Rallo, uno de nuestros mucho más importantes pensadores liberales, muestra cuáles son los diez principios nucleares del liberalismo para de este modo aclarar su concepto de hoy. Según Rallo, el liberalismo es una filosofía política minimalista que no quiere detallar de forma recia lo que está bien y lo que está mal en todos y cada uno de los puntos de nuestra vida, sino únicamente intenta conocer cuál es el marco jurídico preciso a fin de que cada uno de ellos logre vivir su vida sin más ni más restricción que la de respetar a el resto.

El liberalismo fomenta un grupo de derechos humanos de carácter universal y también igual —la independencia personal, la propiedad privada, la autonomía contractual y la reparación del daño provocado— que se materializan globalmente en la libre asociación civil y en el libre comercio popularizado. De esta manera, el orden político liberal sienta las bases jurídicas que dejan la coexistencia, la cooperación y la convivencia pacífica entre todas y cada una la gente, al paso que se respetan los heterogéneos, plurales y distintos proyectos de vida de todas ellas.