Kuhn. Feyerabend: Revoluciones científicas. Anarquismo científico.

Caracterizar a la ciencia con un procedimiento diferente de otras disciplinas se construyó problemático. Los positivistas consideraban que la ciencia tiene un rango particular, por el hecho de que proviene de los sentidos. Esta iniciativa se derrumba al revisar que la observación de los hechos no es directa, esta es dependiente de la teoría y es, por consiguiente, falible. La interdependencia entre hechos y teorías provoca que el estatus científico pierda el sitio favorecido. El falsacionismo no es con la capacidad de encontrar la causa de una predicción equivocada, la labor de falsar las teorías deviene vaga y bien difícil. Kuhn se fundamentó en la composición de los modelos científicos, centrándose en la red social científica y en su trabajo. Distintas modelos muestran distintas imágenes de la verdad, de tal manera los científicos oponentes “viven en distintas mundos”. El relativismo popular (de Kuhn) supone la carencia de criterios precisos y suficientes para detallar ese paso adelante que se da en el cambio científico. En frente de todas y cada una estas visiones ofrece Paul Feyerabend (1924-1994) una concepción anarquista de la ciencia