Intifada: Una topología de la imaginación popular

Hasta la actualidad, las revueltas que conmovieron al planeta árabe contemporáneo fueron vistas a la luz de un prisma que, al criticar su falta de obra o finalidad, no logró mucho más que obliterar la singularidad de su capacidad y, con esto, desechar la pulsación de sus fuerzas subterráneas que trastornan las categorías de la filosofía política actualizada y pone entre paréntesis nociones como Estado, Pueblo y Revolución. La apuesta de Intifada es diferente: busca meditar la singularidad de la revuelta como capacidad destituyente –más allá de que precisa a la Revolución, siempre y en todo momento residual por su inoperosidad– y contemplar en ella su peculiar actividad. Si utilizar es imaginar, como apunta Rodrigo Karmy, y dejar en libertad es semejante a exacerbar el potencial de la imaginación, en la insurrección de la revuelta se juega, en último caso, la capacidad de lo viviente y la oportunidad de realizar planeta en la mitad de su profunda devastación.