Identidad: La demanda de dignidad y las políticas de resentimiento (Sin colección)

En algún instante en la época de la segunda década del siglo XXI, la política mundial cambió drásticamente. Desde ese momento, estuvo dirigida por solicitudes de carácter identitario. Las ideas de nación, religión, raza, género, etnia y clase han sustituido a una noción mucho más gran y también inclusiva de quiénes somos: sencillos ciudadanos. Hemos construido muros en vez de puentes. Y el resultado es un creciente sentimiento antiinmigratorio, aparte de agrias discusiones sobre víctimas y victimarios y el retorno de políticas abiertamente supremacistas y chovinistas.

En USA, el ocaso de las instituciones ha facilitado el apogeo de una sucesión de aventureros políticos cuyo nacionalismo económico y tendencias déspotas intimidan con desequilibrar el orden en todo el mundo. Pero asimismo en Europa están apareciendo nacionalismos populistas que procuran una conexión directa y atractiva con "el pueblo", que de manera frecuente se defi ne con unos términos identitarios limitados que dejan fuera a una gran parte de la ciudadanía.

Francis Fukuyama, entre los pensadores políticos mucho más esenciales de las últimas décadas, hace un alegato urgente y preciso en defensa de la restauración de la política en su sentido mucho más alto y desprendido. Un ensayo sólido y combativo sobre la relevancia de constituir un concepto de identidad que profundice en la democracia en vez de destruirla.