Un filo de luz (Comisario Montalbano 23)

Con la nitidez con la que un filo de luz recorta la región de sombra, un comisario Montalbano mucho más vulnerable que jamás encara su destino.

«El Montalbano mucho más bello de nuestra vida. ¿Posiblemente, tras veinta novelas con el comisario, Camilleri aún logre superarse? Sí, leedlo y vais a ver.»
Corriere de ella Sera

Exactamente la misma otros libros de la serie de Montalbano, Un filo de luz empieza con una pesadilla. En esta ocasión, no obstante, el comisario no logra desprenderse de un malestar profundo, una funesta sensación premonitoria que lo deja receloso y aprensivo.

En Lampedusa se volvió a generar un desembarco de inmigrantes furtivos, y el ministro de Interior escoge realizar una aparición estelar con parada en Vigàta. Para eludir a toda costa encontrarse con él, Montalbano se marcha a conocer una exposición de pintores italianos delsiglo XX en la novedosa galería de arte de la ciudad. Allí conoce a su dueña, Marian di Rosa, una muy elegante milanesa que sabe lo que desea, una genuina femme fatale frente a la que el comisario va a caer rendido, sin oponer la menor resistencia.

En su fuero interior, Montalbano sabe que su relación con Marian no es una aventura sin relevancia, se siente presa de algo distinto, un enamoramiento que lo trastorna, y debe esforzarse para sostenerse lúcido y no perder la cabeza. Livia es solo una voz del otro lado del teléfono, y Salvo es inútil de sincerarse con ella. Confundido, pospone toda resolución recurriendo a tácticas y subterfugios.

El siniestro sueño de las primeras páginas resultará, de hecho, premonitorio. En el desenlace de sus indagaciones, alguien muy amado para Montalbano resurge trágicamente en su historia, y su relación con Livia consigue una dimensión profunda y olvidada.

Reseña:
«Esta novedosa novela avanza hacia su desenlace en un crescendo de catástrofe griega. Vuelven los viejos espectros, se reabren cicatrices. [...] Esta es la fuerza de las novelas de la saga Montalbano: un sentido de la humanidad que es el fruto de los deseos inconfesados y de las debilidades mucho más inconfesables.»
La Repubblica