El perro de terracota (Comisario Montalbano 2)

Segunda distribución de la serie del comisario Salvo Montalbano donde su creador, Andrea Camilleri, proporciona al lector una imagen considerablemente más profunda de la rica personalidad del melancólico estudioso siciliano.

Un hurto absurdo en un autoservicio, el encarcelamiento un poco estrambótico de un mafioso de la mafia, un asesinato cometido a lo largo de la Segunda Guerra Mundial. No obstante, pese a la estable determinación con que Montalbano encara la resolución de estas situaciones, su genuina pasión es transcribir el contenido simbólico que encierran. «Todo delito implica un mensaje, la cuestión es comprender el código de quien lo ha escrito», le recuerda un excéntrico sacerdote al comisario. De esta manera, el primordial personaje principal de esta novela -como de todas y cada una de las que protagoniza Montalbano- es su especial forma de concebir el planeta. Los movimientos, los datos, las apariencias cobran un papel importante, y el lenguaje se transforma en un instrumento clave para comprender la verdad.

Unas escasas pinceladas, unas breves expresiones le bastan a Andrea Camilleri para dibujar un profundo retrato de cualquier personaje. Su particular habilidad en conseguir la cooperación del lector, dejando sutiles huellas que sirven de potencial punto de acercamiento, no es extraña al increíble éxito que ha cosechado con la serie de novelas del comisario Montalbano, verdadero héroe habitual en Italia.