Esperadanza: Camino Interior – el Perseverar (Esperadança – poemas desde Portugal até Timor)

Esperadanza – Sendero Interior – El Perseverar: trae el acercamiento con lo que llevamos dentro al caminar.
Ocasiones, instantes, conmuevas, experiencias… lo que soñamos, lo que no podemos encontrar o volvemos a lograr.
La armonía prosigue encendida. Y descubrirla es una parte de la poesía y de la imagen que acercamos hasta ti.
Para esto nos hemos acercado, a esa esencia – que se complementa y se hace unida.
En esa semejanza que está al caminar entre lo fácil… esa sensibilidad apurada, ese algo que nos llama… y nos hace regresar a caminar.
Dar tiempo a algo primordial. Al tiempo fácil y transcendente.
En este tramo, el sendero – el perseverar – es similar a caminar en la niebla, en la lluvia intensa… entre nieve… o en la llanura mucho más amplia… entre el sol que mucho más excita… aun en la mucho más fina neblina que se prolonga en los campos o la lluvia que se marcha allegando hasta completar tus días… perseverar para hallar ese balanceo en el caminar, ese ritmo íntimo y profundo – como el corazón al dejarse llevar – en la seguridad de quien avanza con el sendero bien seguro… ese algo que te envuelve el sentimiento, la cabeza y aún mucho más allí… las experiencias se expanden, los sentidos se hacen claros… y algo en ti regresa a relucir… y lo interesante de este tema… es que tu ser no se marcha dando cuenta del contraste al estar sumergido en ese extraño amnio de renacimiento.
Pueblos de todo el mundo entero han concretizado sus vías en caminos y peregrinaciones. En este momento – gente de todo el mundo entero visita estos rincones…
El localizar lo más reciente – siempre y en todo momento nuevo – y regresar con esa llama al alumbre del hogar - es en semejanza al reposo al respirar – la pausa entre inspiración y expiración… algo prácticamente indetectable… pero que se reitera una y mil ocasiones sin que lo lleguemos a ver.
Ese expandir consciencia… ir mucho más fondo… o sentirse alto… tiene su sensible oportunidad de hacernos mucho más próximos a los sentimientos o los mundos fugaces o sutiles por los que pasamos al caminar.
La vía y sus cuidadores, los caminos seguros marcados, los que perseveran en sostener puerto – o puertas abiertas – para proseguir aun entre la tormenta. Los millares que vienen de todo el mundo entero – tras esa experiencia – para asistir o vivir de nuevo ese algo que los llevó a localizar lo buscado.
Perseverar nos transporta un tanto mucho más hondo en el sendero. No solo las guías y los romances nos asisten a descubrirlo – tan único como fundamental.
Algo mucho más nos llama. Ese hormigueo de lo insólito, de lo inesperado, de revelar algo que nos ha llamado… quizá el interés, la atención quizás… el entusiasmo de ciertos que han regresado, las historias que muchos nos dejaron… y mucho más… devoción quizás…

En este nuevo acercamiento, dejamos algo del fundamento de lo que hemos compartido.
El vehículo para tal intento – el poema – y la imagen breve: nos llevan a que sea el lector el que halle la armonía que mucho más se acerca a su música del sendero, su tema, su sintonía. Lo fácil de los harmónicos es que se entrelazan.