ESPAÑA PERIFERICA

En España los nacionalismos regionales fueron un quemacocos para el país. En tanto que desde el siglo XIX fueron medrando, en el siglo XX se han asentado y en el siglo XXi han alcanzado su cenit. A causa del final de la dictadura de Franco, se pensó que con una polítia permisiva de cesiones a sus reivindicaciones, se podrían aplacar estas. Pero el tiempo vino a probar, que esa política de cesión fue errada, en tanto que no hizo mucho más que aumentar mucho más aún la pujanza nacionalista de las zonas. Al punto que la figura del Estado se fué diluyendo en zonas como Cataluña y País Vasco. Accediendo el radicalismo delirante con tal fuerza, que se ha acabado imponiendo esa política tan criticada por ellos a lo largo de la dictadura. De forma que, todo el que que no comulgue con sus ideas, se considera un apestado. Ocasionando una parte de la sociedad, deba vivir bajo la presión de esconder sus ideas, para no ser señalado socialmente. Ocasionando una fractura entre soberanistas y constitucionalistas. Y el Estado como siempre y en todo momento fué rehén de pactos con los nacionalistas-independentistas, para lograr gobernar, hizo dejadez de sus funcionalidades. De forma que estos últimos entendidos de esto, se han saltado a su libre albedrío las decisiciones del Tribunal Superior de Justicia en sus resoluciones. Y es alarmante, que habiendo el Estado dado las armas a fin de que los nacionalistas-independentistas mediante la inmersión lingüística y adoctrinamiento en la sociedad, se vea en este momento enfrentado a tener que ver para otro lado en la inspección de esas autonomías.