Emilio, o De la educación

Emilio, o De la educación es un tratado filosófico sobre la naturaleza del hombre escrito por Jean-Jacques Rousseau en 1762, quien la creía la “mejor y más esencial de sus proyectos”, aborda temas políticos y filosóficos referentes a la relación del sujeto con la sociedad, especialmente apunta de qué manera el sujeto puede preservar su amabilidad natural (Rousseau mantiene que el hombre es bueno por naturaleza), mientras que participa de una sociedad indudablemente corrupta. En el Emilio, Rousseau ofrece, a través de la descripción del mismo, un sistema educativo que deje al “hombre natural” convivir con esa sociedad corrupta. Rousseau acompaña el tratado de una historia novelada del joven Emilio y su tutor, para ilustrar de qué forma hay que educar al ciudadano ideal. No obstante, Emilio no es una guía descriptiva, si bien sí incluye ciertos avisos sobre de qué forma educar a los pequeños. El día de hoy es considerado el primer tratado sobre filosofía de la educación en el planeta occidental.

El artículo se distribuye en cinco “libros”, los tres primeros aplicados a la niñez de Emilio, el cuarto a su adolescencia, y el quinto a la educación de Sofía, la “mujer ideal” y futura mujer de Emilio, y a la vida doméstica y civil de este. El Emilio se considera una referencia en múltiples disciplinas, entre ellas la Educación Física, puesto que va a marcar el sendero del procedimiento natural descrito más tarde por Georges Hébert, puesto que protege que la actividad física debe efectuarse en la naturaleza y el hombre debe vivir el mayor tiempo viable al aire libre.

El Emilio se prohibió y quemó en París y en Ginebra, a raíz del discutido fragmento sobre la “Profesión de la fe del vicario de Savoyano”