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El matadero,fue escrito por el argentino Esteban Echeverría entre 1838 y 1840, participa de las formas del cuadro de prácticas. Fue anunciado veinte años tras la desaparición del creador, en 1871, en la Gaceta del Río de la Plata. La obra identifica al régimen de Juan Manuel de Rosas con el acto que se hace en los mataderos. Se considera el primer cuento argentino.
El matadero encarna el ámbito político de Argentina a lo largo del primer gobierno de Juan Manuel de Rosas. Echeverría emplea la escena del matadero en Buenos Aires para simbolizar el tiempo polarizado de la política del país entre 1829 y 1852. El gobierno de Rosas explotaba esta polarización para ejercer una hegemonía política, económica y popular sobre la multitud de Buenos Aires. Su gobierno aterró a una gran parte de la población del país a lo largo de 23 años de tortura y homicidos políticos. Echeverría pensaba que el gobierno rosista hacía bastante daño al avance del país en que acostumbraba a eliminar novedosas ideas y teorías políticas novedosas, las que tenían el poder de adelantar el país en la manera de varios jóvenes cultos que anhelaban un nuevo sendero político. Los jóvenes estaban totalmente en oposición a la hegemonía y crueldad de Rosas y varios de ellos apoyaban las especiales de la oposición: los unitarios. Los unitarios se habían apoyado en la política del romanticismo de mucha popularidad en Europa.
Entre la disparidad del matadero de Buenos Aires, Echeverría nos muestra con la pérdida del sujeto y la barbarie de la multitud federal que lo había sustituido debajo el régimen despiadado de Rosas. El cuento tiene la intención de enseñar al lector que aquel tiempo polarizado y violento no era bueno para el país y que Argentina debía localizar una opción alternativa mucho más similar a la de los unitarios y jóvenes del país, la que estaban prestos a sugerir Echeverría y sus compañeros políticos.
El matadero encarna el ámbito político de Argentina a lo largo del primer gobierno de Juan Manuel de Rosas. Echeverría emplea la escena del matadero en Buenos Aires para simbolizar el tiempo polarizado de la política del país entre 1829 y 1852. El gobierno de Rosas explotaba esta polarización para ejercer una hegemonía política, económica y popular sobre la multitud de Buenos Aires. Su gobierno aterró a una gran parte de la población del país a lo largo de 23 años de tortura y homicidos políticos. Echeverría pensaba que el gobierno rosista hacía bastante daño al avance del país en que acostumbraba a eliminar novedosas ideas y teorías políticas novedosas, las que tenían el poder de adelantar el país en la manera de varios jóvenes cultos que anhelaban un nuevo sendero político. Los jóvenes estaban totalmente en oposición a la hegemonía y crueldad de Rosas y varios de ellos apoyaban las especiales de la oposición: los unitarios. Los unitarios se habían apoyado en la política del romanticismo de mucha popularidad en Europa.
Entre la disparidad del matadero de Buenos Aires, Echeverría nos muestra con la pérdida del sujeto y la barbarie de la multitud federal que lo había sustituido debajo el régimen despiadado de Rosas. El cuento tiene la intención de enseñar al lector que aquel tiempo polarizado y violento no era bueno para el país y que Argentina debía localizar una opción alternativa mucho más similar a la de los unitarios y jóvenes del país, la que estaban prestos a sugerir Echeverría y sus compañeros políticos.
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