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En este libro vas a encontrar técnicas y tácticas explicadas punto por punto para arreglar inconvenientes como el tilt, el manejo de la varianza, el control sensible, la seguridad, el temor y la motivación. Según las mesas se marchan volviendo mucho más duras, es el instante de enfrentar estos inconvenientes seriamente. Este es un extracto del primer capítulo del libro: Pescado del juego mental Los pescados lo son, en parte, por el hecho de que creen cosas que no son verdad. Juegan partidas en las que tienen desventaja sin percatarse. En el momento en que tienen suerte piensan que han jugado bien. Reciben enseñanzas de juego de otros players y piensan que tuvieron mala suerte. Suponen que no precisan trabajar su juego, y si lo opínan, no tienen ni la más remota idea de por dónde comenzar. No comprenden qué tienen la posibilidad de y qué no tienen la posibilidad de supervisar, y se les acostumbra oír diciendo: “Sabía que saldría un rey” o “Siempre y en todo momento gano con AsDama”. Puedes ser un jugador ganador que reconoce las deficiencias de un mal jugador, pero en lo concerniente a juego mental, no eres muy distinta a ellos. Si bien seas un jugador sólido, vas a ser un pescado en el juego mental si:
1. Cambias un plan ganadora por el hecho de que andas en una racha buena o mala.
2. Jamás reconoces en el momento en que alguien ha jugado bien contra ti y piensas que todos contra los que juegas son pésimos o tienen suerte.
3. Tratas de ganar todas y cada una de las manos.
4. Piensas que el resultado de una mano se puede cambiar al gritar, rezar o por jugar tu mano preferida.
5. Te frustras en el momento en que un jugador enclenque juega mal una mano y le das enseñanzas sobre su juego.
6. Piensas que cometes un fallo al perder una mano que has jugado apropiadamente.
7. Consideras que la solución a una mala racha es parar de jugar o cambiar de nivel.
8. Lees un libro de póquer terminado y te piensas que ya conoces todo cuanto hay en él.
9. Ves un vídeo de Phil Galfond y piensas que puedes romper las mesas como él.
diez. Piensas que andas gafado o que el resto tiene mucho más suerte que tú.
11. Piensas que se puede leer la cabeza de los oponentes.
12. Juegas mucho más manos en el momento en que andas ganando/perdiendo.
13. Juegas menos manos en el momento en que andas ganando/perdiendo.
14. Juegas mal en el momento en que el nivel de apuestas es tan bajo que no le das relevancia.
1. Cambias un plan ganadora por el hecho de que andas en una racha buena o mala.
2. Jamás reconoces en el momento en que alguien ha jugado bien contra ti y piensas que todos contra los que juegas son pésimos o tienen suerte.
3. Tratas de ganar todas y cada una de las manos.
4. Piensas que el resultado de una mano se puede cambiar al gritar, rezar o por jugar tu mano preferida.
5. Te frustras en el momento en que un jugador enclenque juega mal una mano y le das enseñanzas sobre su juego.
6. Piensas que cometes un fallo al perder una mano que has jugado apropiadamente.
7. Consideras que la solución a una mala racha es parar de jugar o cambiar de nivel.
8. Lees un libro de póquer terminado y te piensas que ya conoces todo cuanto hay en él.
9. Ves un vídeo de Phil Galfond y piensas que puedes romper las mesas como él.
diez. Piensas que andas gafado o que el resto tiene mucho más suerte que tú.
11. Piensas que se puede leer la cabeza de los oponentes.
12. Juegas mucho más manos en el momento en que andas ganando/perdiendo.
13. Juegas menos manos en el momento en que andas ganando/perdiendo.
14. Juegas mal en el momento en que el nivel de apuestas es tan bajo que no le das relevancia.
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