El árbol de los elfos: Primera prueba al Amor. El paraíso oculto

El planeta ahora había dejado de ser lo que era desde hacía varios años. Eso es lo que siempre y en todo momento me afirmaba mi tía, ya que yo solamente tenía recuerdos de lo que era un árbol, el planeta que yo conocía era muy distinto. Aun mi tía, ahora en sus años jóvenes, había visto de qué forma los bosques, antaño frondosos y magníficos frente nuestros ancestros, se habían ido extinguiendo a manos de los humanos. Pese a los anuncios, de las observaciones de la Tierra, de nuestros consejos, ellos habían desafiado a la Madre Naturaleza con u modo de vida egoísta, inconsciente y egocéntrico, la habían herido de muerte. Los elfos habían hecho todo cuanto había estado en nuestra mano, pero una vez iniciado el desastre, no nuestra magia ha podido llevar a cabo nada".

Llevo por nombre Jän, y este es el ámbito en el que nos encontramos los elfos actualmente. Solo un árbol mágico, guardado y oculto por nuestros antepasados durante lo siglos, el Árbol de los Elfos, puede regresar a repoblar el mundo de naturaleza y vida. Soy la guerrera ciervo, una de los trece Guerreros Elfos encargada de custodiarlo. Ese árbol es la única llave con la capacidad de abrir el cofre de la salvación, no obstante, Rebast no nos lo va a poner nada simple. Ese elfo ambicioso, ávido de poder, ha invertido bastante dinero en otro mundo para poblarlo y va a hacer todo lo que es posible para evitar que la Tierra renazca.

Mientras que, yo debo encararme a otra guerra. Una guerra que es tan escencial para mí como la de socorrer a la Tierra, por el hecho de que si pierdo, yo misma me extinguiré. Una guerra por el cariño. Una guerra por Noram, el guerrero zorro, el híbrido medio humano, medio elfo que es el cariño de mi vida, mi amor verdadero, mi alma gemela. Una guerra contra los prejuicios, contra el pasado, contra un asombroso hallazgo, contra una promesa, contra la lealtad, contra nuestro Noram, e inclusive contra la amistad. Una guerra que se riña con un excitante juego cargado de erotismo y sensualidad. Un juego misterio…

¿Te vienes a esta misión conmigo?

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