Confesión de un sicario: El testimonio de Drago, lugarteniente de un cártel mexicano

Un deslumbrante testimonio, contado por un sicario ("Drago"), al periodista Juan Carlos Reyna. Este no es un libro de ficción, sino más bien las memorias de un asesino a sueldo del narcotráfico.

"Lo único que sé realizar es matar."

Con esta oración empieza la confesión de Drago, quien fuera primero sicario y lugarteniente de un considerable cártel mexicano, y después integrante del Programa de Presentes Protegidos de la Procuraduría General de la República.

Confesión de un sicario, escrito por el periodista Juan Carlos Reyna desde las entrevistas que le efectuó a Drago y del testimonio escrito de este, es un libro espantoso y lamentable que relata de primera mano la verdad mucho más descompuesta de México: el planeta del narcotráfico en sus escenarios y la corrupción de todos y cada uno de los ámbitos del gobierno.

Este libro, que está llamado a transformarse en un tradicional de nuestro tiempo, es además de esto un recuento lamentable de traiciones, faltas, violacionesy homicidos, un auténtico descenso hacia el infierno, ya que como afirma Reyna en el epílogo: "A lo largo de nuestros encuentros procuré acompañar en su descenso a Drago, quien desde nuestra primera asamblea, a la que llegó vestido de traje y donde se descamisó para enseñarme las lesiones de bala amontonadas durante su historia, me charló meticulosamente de sus ejecuciones, me aseguró padecer asaltos de depresión y también insomnio y me solicitó que lo llamara con el sobrenombre empleado aquí ya que en su niñez escuchó el mito de un dragón que descendía a los avernos, donde moría para entonces renacer".