LA CNT EN LA ENCRUCIJADA: Aventuras de un heterodoxo

Sin título académico alguno, Luis Andrés Edo es producto, en fase de prueba y también intelectual, del asambleísmo de la CNT, de la Reunión más esencial de la historia del Exilio: La Reunión de París, que se sostuvo andando a lo largo de 40 años.
Luis Andrés Edo descubrió esa Reunión tras su segunda deserción del Ejercito en 1954 como asiduo participante, todos cada domingo, hasta 1966, en el momento en que fue tomado en La capital española por la Unidad Móvil inteligente de la Brigada Político Popular.
A esa capacitación asamblearia debe añadirse otra etapa complementaria: sus distintos y extendidos pasajes (por un total de diez años) cumplidos en cárceles franquistas, donde probó su aptitud analítica conseguida en aquel genuino Magisterio Asambleario mencionado mucho más arriba, y se tradujo en incontables reportes sobre la situación carcelaria de esos años (a los que se se refiere en este libro) y en un hecho histórico sin precedentes de las prisiones españolas, a lo largo del franquismo: La sepa de debates entre las distintas tendencias políticas de los presos se rompe en el Penal de Soria en 1967-68, de cuyas discusiones Luis Andrés Edo realizó clandestinamente su libro La Corriente, de la que hace en este momento una gran referencia.
Todas y cada una estas secuelas están antecedidas de los instantes históricos que se vivieron desde el 19 de julio de 1936, en Barcelona, donde radicaba a sus diez años de edad, y más que nada por la predominación del emprendimiento pedagógico del laicismo en la Escuela Principal que para los pequeños fue como conocer un nuevo “mundo”: el Consell de l’Escola Nova Unificada (CENU) cuya experiencia le marcaría para toda su historia.
Con estas distintas, y diferentes, activas encarará ocasiones límites, como los interrogatorios policiales, y los hechos penitenciarios, entre aquéllos que se puede destacar el primer motín de la prisión Modelo de Barcelona (antes de la desaparición de Franco), en el mes de octubre de 1975.
Puesto en independencia en el mes de junio de 1976, se integrará de lleno en la reconstrucción de la CNT y fue designado integrante de su primer Comité Regional de Cataluña, en la transición.