La casa de Bernarda Alba

Tras la desaparición de su segundo marido, Bernarda Alba se recluye y también impone un luto estricto y asfixiante por ocho años, prohibiendo a sus cinco hijas a que vayan a la celebración. En el momento en que Angustias, la primogénita y la única hija del primer marido, hereda una fortuna, atrae a un pretendiente, Pepe el De roma. El joven se compromete con Angustias, pero simultáneamente conquista a Adela, la hermana menor, quien está preparada para ser su apasionado. En el transcurso de un acercamiento furtivo de los amantes, María Josefa, la madre de Bernarda que sostienen encerrada por su disparidad, sale con una ovejita en los brazos y canta una canción absurda pero llena de verdades. En el momento en que Bernarda se entera de la relación entre Adela y Pepe, revienta una fuerte discusión y Bernarda le dispara a Pepe, pero este se escapa. Tras oír el tiro, Adela piensa que su apasionado se haya fallecido y ..., se masca la catástrofe.

Escasas proyectos del teatro español definen la catástrofe de una manera tan acertado como "La vivienda de Bernarda Alba", la última obra del enorme García Lorca antes de ser ejecutado. Un planeta de mujeres amargadas, sumisas, aguardando que cualquier rayo de luz las ilumine y logre sacarlas de un agobio insostenible. Relaciones trazadas con la precisión de un entomólogo. Una bomba de relojería insostenible que no puede al final sino más bien reventar y ocupar ese ámbito asfixiante hacia quién sabe dónde. Y más que nada un trabajo de actuación pleno de matices, miradas, ausencias, esperanzas, resignación, rebeldía, furia, contención y disparidad.