La impotencia democrática: Sobre la crisis política de España (Mayor nº 471)

España padece una crisis política grave. Todos y cada uno de los indicadores políticos de opinión pública (satisfacción con la democracia, seguridad en las instituciones, acompañamiento a la Unión Europea, opinión del Gobierno y la oposición, etcétera.) están en mínimos históricos. Además de esto, los escándalos de corrupción contribuyen al deterioro de la situación. Son bastantes quienes suponen que el inconveniente es de orden institucional y que se arreglará, por consiguiente, a través de reformas institucionales, mudando el sistema electoral, la regulación de los partidos o la composición territorial del Estado. El inconveniente de las explicaciones institucionales es que otros países de europa, con instituciones diferentes, padecen inconvenientes políticos muy similares a los de España. De ahí que, en este libro se protege una visión diferente. La crisis política debe ver más que nada con la impotencia democrática del poder político frente a los inconvenientes de la economía. Los ciudadanos perciben que hay injusticias graves en el reparto de los sacrificios económicos. No obstante, los gobiernos, poco a poco más limitados por instituciones no elegidas (como el Banco Central Europeo), no tienen aptitud para corregir estas injusticias. De esta forma, el futuro político que dibuja la crisis es el de un régimen liberal y tecnocrático, con formas residuales de democracia (a nivel local o regional en cualquier caso), en el que las libertades y los derechos escenciales van a estar asegurados merced al Estado de derecho, pero en el que no va a haber autogobierno político.