La revolución divertida

Un refulgente análisis de las revoluciones desde mayo del 68 a mayo del 2011.

En los años sesenta se dieron a conocer movimientos culturales que pretendían cambiar el planeta. Deseaban mucho más independencia sexual, el objetivo del consumismo capitalista y un rencuentro con la naturaleza. Sus proclamas aparecían en la televisión con música pop de fondo, y parecían de verdad el comienzo de una revolución. No obstante, esas maneras de vestir y charlar peculiares, esa música estridente y esa rebeldía escencial no solo no terminaron con el capitalismo, sino pasaron a ser parte del sistema y a ser asumidas por la propaganda de las considerables compañías y la publicidad política.

Desde ese momento, las revueltas de esa clase se han multiplicado -en España, por servirnos de un ejemplo, con la Movida madrileña o el movimiento antiglobalización-, pero su destino siempre y en todo momento fué exactamente el mismo: la disolución de sus proposiciones políticas, el triunfo de su estilo y su cultura, y el surgimientode una figura singular: el rebelde burgués.

Con las imágenes del novedoso 15-M aún en la retina, esta mirada a la revolución entretenida forma una reflexión primordial sobre la sociedad moderna.