Superfreakonomics: Enfriamiento global, prostitutas patrióticas y por qué los terroristas deberían contratar um seguro de vida: Enfriamiento global, prostitutas … deberían contratar un seguro de vida

La explosiva segunda una parte de Freakonomics.

La economía tiene que ver con la inflación, los modelos de interés y la bolsa. Superfreakonomics charla de rameras, traficantes de sustancia y luchadores de sumo fracasados. Fueron 4 años intentando encontrar no solo las cuestiones mucho más bien difíciles, sino más bien las mucho más espectaculares: ¿Es mucho más arriesgado conducir borracho o caminar borracho? ¿Por qué razón se receta la quimioterapia tan con frecuencia si es tan poco eficiente? ¿Puede un cambio de sexo subir tu salario?

Superfreakonomics reta nuestra forma de meditar, y explora el lado oculto de las cosas con cuestiones como:

*¿Exactamente en qué se semeja una prostituta al Papá Noel de unos enormes guardes?

*¿Por qué razón los médicos se lavan tan poco las manos?

*¿Qué útiles son los cinturones de seguridad?

*¿Cuál es la mejor forma de capturar a un terrorista?

*¿Provocó la televisión un aumento del delito?

*¿Qué tienen en común los huracanes, los asaltos al corazón y las muertes en carretera?

*¿Para el hombre es innato el altruismo o el egoísmo?

*¿Tenemos la posibilidad de socorrer el mundo comiendo canguro?

*¿Qué crea mucho más valor añadido, un proxeneta o un agente inmobiliario?

Levitt y Dubner mezclan una enorme sabiduría con la aptitud para contar historias mejor que absolutamente nadie, así sea en el momento de buscar una solución al calentamiento global o argumentar por qué razón el valor del sexo oral ha caído de forma tan extremista. Al investigar de qué forma la multitud responde a los incentivos, detallan el planeta como és es: bueno, malo, feo, y al final, superfriki.

Varios han intentado imitar el éxito de Freakonomics, pero solo Superfreakonomics lo sobrepasa.

Reseña:
«Con la que cae, que un libro de economía te realice sonreír de vez en en el momento en que (según la vieja fórmula de instruir deleitando) es prácticamente un don del cielo.»
El País