Erótica y materna

Jamás hasta este día estuvimos mucho más cerca de entender la igualdad de valor entre los sexos. Y jamás nos hemos encontrado mucho más apartados y confundidos, al convivir en una cultura que niega el valor de la diferencia.

Exactamente en esto radica la paradoja de nuestro planeta.

Nuestro tiempo acelerado, ofuscado en "realizar cosas útiles", mina la predisposición femenina a la acogida y a la inocencia, tal como la natural empatía tan caracteristica de la mujer, y su apertura a la vida.

Asistimos a una alarmante escisión entre la dimensión erótica y la dimensión materna de la mujer, entre el cariño a sí y el cariño al otro.