Un destino propio

El planeta está mudando y absolutamente nadie va a poder evitarlo. Una sociedad se resiste por fin de una temporada. Una mujer busca su destino.

Ciertas novelas tienen el poder de reflejar la vida en su esplendor, trasladarnos a una temporada espectacular, capturar el momento exacto en el que todo se encontraba a puntito de cambiar. Esta es una de esas novelas.

Micaela es una muchacha profesora que llega a Comillas, entre los pueblos mucho más distinguidos de la costa cantabria, en el verano de 1883. Allí conoce a Héctor Balboa, un indiano que termina de regresar de Cuba tras amasar una enorme fortuna y está creando una escuela para los hijos -y no las hijas- de los campesinos. Micaela comienza entonces su guerra a fin de que asimismo las pequeñas logren recibir la educación que meritan y precisan, mientras que entre ella y Héctor va apareciendo una atracción con la capacidad de derruir todas y cada una de las barreras.

Ambientada a fines del siglo XIX, en un instante histórico definitivo y lleno de contrastes, Un destino propio nos charla de aquellas primeras mujeres valientes que se atrevieron a levantar la voz contra una sociedad que se negaba a escucharlas.