La vuelta del revés de Marx

El 24 de enero de 1873, Karl Marx acababa de redactar el Postfacio a la segunda edición del Tomo I de 'El Capital'. En él explicitaba lo que en tendía como “vuelta del revés de Hegel”, de la dialéctica de su profesor, conociendo bajo su corteza mística la semilla racional, crítica y revolucionaria que en Hegel estaba.

Cien años después, Gustavo Bueno comenzó a crear el sistema que llamó materialismo filosófico, partiendo, en buena medida, de lo que formaría la columna vertebral de su doctrina, la llamada por él “vuelta del revés de Marx”. Marx edificó su materialismo histórico capitalizando la iniciativa hegeliana de espíritu propósito, en donde se desarrollaría la dialéctica de la Historia, rompiendo radicalmente con el idealismo alemán. Bueno, por su lado, ha propuesto invertir a Marx en puntos escenciales de su filosofía: la iniciativa de materia, la dialéctica misma, la relación base / superestructura, la relación entre el estado y la pelea de clases, la iniciativa de alienación y las ideas mismas de socialismo y comunismo. Según el pensador español, así sería viable “purgar” el marxismo de lo que todavía arrastraría de idealismo.

No obstante, si se lee pausadamente a Marx desde Bueno, o sea, equiparando a los dos autores en sus contenidos escritos, se revela que la iniciativa de “vuelta del revés de Marx” por la parte de Bueno en sus puntos escenciales, está ahora antes efectuada por Marx a lo largo de el lapso de su producción teorética, solo que Bueno aplica a ideas que están en Marx (y asimismo en Engels, Lenin, Stalin, etcétera.) su terminología.

'La vuelta del revés de Marx: el materialismo político entretejiendo a Karl Marx y Gustavo Bueno' revela meticulosamente que, desde esta operación efectuada por Bueno, es viable recobrar el nervio innovador de Marx a través de la fusión nuclear de los dos sistemas, materialismo histórico y materialismo filosófico, hacia una exclusiva iniciativa filosófica: el materialismo político.