No toda es vigilia la de los ojos abiertos (Macedonio Fernández | Obras completas nº 8)

Macedonio es una extraña combinación de metafísico, místico, quizás ocultista deducible, poeta y hasta humorista del ser. No se revela aquí como un pensador universitario, en tanto que despreció las formas del entender académico ni un pensador o metafísico informal, ya que es un atípico aún en la informalidad. Su situación no fue la de imaginar filosofías autóctonas sino más bien la de filosofar desde una situación esencialmente creativa, leer los libros que llegaban de los enormes centros mundiales, pero llevarlo a cabo desde sus inquietudes.

Esta edición de escritos metafísicos de Macedonio Fernández incluye No toda es vigilia la de los ojos libres, el primer libro anunciado por el creador en 1928 y añade un sinnúmero de escritos auxiliares precedentes o nuevos en ese volumen organizados por su temática, vocabulario, la doctrina personal y hasta el humor del creador. En palabas de Jorge Luis Borges, “es un riguroso ensayo sobre el idealismo, escrito en un deliberado estilo enredado y también intrincado, con el objetivo de igualarlo con el embrollo de la verdad misma”. Sin embargo, no tiene que ver con un dogma, un código de verdades últimas sino más bien de un libro que van realizando juntos creador y lector.

Sobre Macedonio Fernández:

Fue un escritor, letrado y pensador argentino, creador de novelas, cuentos, poemas, productos periodísticos, ensayos filosóficos y contenidos escritos de naturaleza inclasificable. Ha ejercido una enorme predominación sobre la literatura argentina posterior, en especial en Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Ricardo Piglia. Es célebre por su novela Museo de la Novela de la Eterna, publicada póstumamente en 1967. Murió el diez de febrero de 1952 en la Localidad de Buenos Aires.