Vestida para Sanar

Los cambios significativos de la vida siempre y en todo momento traen una antesala, los augurios. Ellos son mensajeros de D-les, el destino, para comunicar que algo pasará. Llegan primero al inconsciente y comienzan a divertirse con tus pensamientos como un niño travieso. Las experiencias y percepciones se convierten de adentro hacia afuera.
Mi primer mensajero fue la enorme mariposa negra, feísima, que fue mi inquilina a lo largo de varias semanas anteriores al diagnóstico. Su sola presencia era espeluznante. Culturalmente comprendemos a esas criaturas como emisarias de la desaparición, la catástrofe o el mal. A absolutamente nadie le agrada ver esas gigantes alas negras, con ojos maliciosos, penetrantes