Una novela rusa (Panorama de Narrativas nº 707)

La disparidad y el horror han ofuscado mi vida, redacta el creador. Los libros que he escrito no charlan de otra cosa. Tras El contrincante, deseé huír. Pensé que escapa­ba amando a una mujer y haciendo una investigación. La investigación fue sobre mi abuelo paterno, que desa­pareció en 1944 y, probablemente, fue ejecutado por ayudar con los alemanes. Es el espectro que ator­menta a nuestra familia. Para exorcizarlo proseguí caminos que me llevaron hasta una pequeña localidad perdida de la provincia rusa, donde continué largo tiempo a la es­pera de que ocurriera algo. Y ocurrió: un delito atroz. La disparidad y el horror volvían a darme alcance. Asimismo en mi vida cariñosa: escribí para la mujer que amaba un relato erótico que debía irrumpir en la verdad, y la presa­lidad desbarató mis proyectos. Nos precipitó a una pesadi­lla. De todo lo mencionado charlamos aquí: de ocasiones que ela­boramos para controlar la verdad y de la manera horrible en que ella las acepta para respondernos.