Una mirada hacia la justicia restaurativa : Recuperando el derecho perdido (Criminología y Justicia nº 4)

Existe hoy en dia una creencia o mucho más bien una “promesa” de que el endurecimiento de las penas logre ser la solución a todos y cada uno de los inconvenientes de la sociedad. El castigo al culpable se torna en una autentica obsesión popular, no obstante, se olvidan y dejan sin contestación a quién queda en una situación de mayor puerta de inseguridad: la victima. Además de esto es de resaltar que pese a este aumento de las penas, la verdad exhibe alta tasa de reincidencia y escasa contención de los infractores aun frente penas mucho más “atroces”. Por consiguiente, esta inflación del derecho penal no viene acompañada de una disminución eficaz de la criminalidad ni un sentimiento de mayor seguridad subjetiva por el ciudadano. Además de esto las victimas, como he dicho, las considerables olvidadas experimentan muy de forma frecuente una recurrente desilusión con el sistema de justicia penal, pese a poner sus esperanzas en el, no respeta sus pretensiones e inclusive en ciertos casos piensa para ellos una experiencia dolorosa, lo que se ha llamado la victimización secundaria, y lo explicaba muy acertadamente Nils Christie, en el momento en que afirmaba “la víctima en un caso penal es una suerte de perdedor por partida doble, primero en oposición al infractor y después en oposición al estado. Está excluido de cualquier participación en su enfrentamiento, el estado se lo hurta…”
Está Justicia de hoy llamada retributiva, olvida en consecuencia de manera sistemática a las víctimas y sus pretensiones, en frente de esto hay otra forma de emprender los delitos, atender a la gente implicadas y a la red social generalmente, hablamos de una justicia mucho más humana y justa: la Justicia Restaurativa.
Esta Justicia no es una novedad, sino más bien la Justicia que existió y que fuimos perdiendo con el devenir de los tiempos y la capacitación de los estados y la composición administrativa. Durante estas páginas se procurará desentrañar y arrimar un tanto qué es esta Justicia, cuales son sus herramientas mucho más conocidas, sus opciones y provecho para esto contamos en absoluta primicia con especialistas tanto nacionales como de todo el mundo.
Estoy segura que les resultará atrayente y para los que no conocíais esta justicia, va a ser un grato hallazgo que está dirigido a llevar a cabo una sociedad mucho más responsable, segura y satisfecha.
En frente de los críticos que consideran que esta Justicia trata de ser “blanda” con los criminales, la verdad exhibe que lo que aborda es de qué manera dignificar, oír y acompañar a los que han sufrido un delito y impedir asimismo novedosas víctimas, para esto busca si es viable, que el infractor acepte su compromiso y vea el daño que ha provocado como paso previo para su transformación en un individuo “distanciada del delito”.
Verdaderamente no todos y cada uno de los criminales aceptarán sus actos y desearán cambiar: pero con que ciertos lo consigan, hemos cumplido con la función de reinserción de las penas y con toda seguridad hemos logrado victimas mucho más fuertes que próximamente se despojaran de este papel, para pasar a ser sobrevivientes.