Trumperialismo: La guerra permanente contra América Latina (Colección Política y Economía)

En el presente libro abordamos los puntos económicos, políticos, diplomáticos y de seguridad que ocuparon al gobierno de Trump en sus relaciones con América Latina. Desde su oratoria despreciativa y su posición de celebrity, redujo y ridiculizó las relaciones con la zona, mediante mensajes en comunidades y comunicados que incluyeron desde la publicidad para proseguir la construcción del muro en la frontera con México y sus políticas antiinmigración, a sus oraciones mencionando a Centroamérica como “países de mierda”. Su gobierno asimismo se mostró preocupado por la renegociación del Tratado de Libre Comercio más esencial para EE.UU. y México, el TLCAN, y demasiado puesto en compromiso con la guerra híbrida contra Venezuela, encuadrada en la guerra contra el comunismo en la zona (léase, los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua). Hablamos de una actualización de la oratoria de Guerra Fría, que, articulada con ciertas resoluciones y desenlaces, pone en prueba la presencia de un imperialismo recargado.
El libro reanuda estos y otros temas, trascendiendo la estética política y comunicacional de Trump, exponiendo continuidades y roturas con gestiones precedentes, para hablar de los procesos históricos y los intereses de campos del campo privado y del gobierno de EE.UU. que acuerdan (no sin tensiones) en resoluciones específicas. El modo perfecto en que estos intereses consiguen traspasar y condicionar el devenir político y económico de países (y las vidas diarias de sus ciudadanos) en la zona se ha exacerbado a lo largo de la administración de Trump, operando con sistematicidad y persistencia en la disputa con los gobiernos progresistas de la zona.
En la sección primera se aborda las tácticas enlazadas al poder duro y despliegue de fuerzas de seguridad, exponiendo datos sobre presencia de fuerzas de seguridad de EE.UU. en la zona, asistencia militar, venta de armamentos, etcétera., y su articulación con la política antinarcóticos y migratoria.
En la segunda parte se lleva a cabo lo relativo al poder blando, la asistencia para el avance, la diplomacia y relaciones políticas (que en último término articulan con el poder duro), exponiendo indicadores cuantitativos y cualitativos de dependencia de América Latina hacia EE.UU., exponiendo el modo perfecto en que los think tanks de EE.UU. opínan y “edifican” América Latina en razón de sus intereses, manufacturando críticas y acuerdos a favor o en contra de ciertos gobiernos y procesos políticos dela zona