Tres Llaves y Una Cerradura: Vivencias de un Destierro

Esta semblanza comienza antes del nacimiento de Manuel Simón Velasco y cuenta los hechos que lo envolvieron más tarde y su devenir. Todas y cada una esas situaciones, como frecuenta ocurrir, concluyeron de forma importante su trayectoria escencial que ofrecemos a comprender en todo el artículo.Hay llaves que van abriendo puertas a los diferentes ciclos de la vida: la niñez, la adolescencia y el despertar a la juventud constituyen, de forma indiscutible, el accionar adulto. Para un hombre convencido de la relevancia del diálogo, la negociación y la justicia popular, tres llaves entrelazadas representan bien su figura pública –y asimismo la personal– pues las tres son una parte del llavero de su biografía. Con el equipaje que se marcha llenando de vivencias, es viable aventurar un esbozo del paisaje que iremos a ir diseñando a lo que nos rodea al llegar a una alguna edad. En ese dibujo, en planos diferentes, van a estar los individuos que deseamos queden plasmados y se adivinarán, con claridad, los que, si bien quisiéramos que estuviesen, no están, bien pues se nos fueron terminantemente o por el hecho de que, de alguna u otra forma, facultativa o de forma involuntaria, salieron de nuestro cuadro. Para ellos, para los que después han tomado de sus manos el testigo y, naturalmente, para los que lo van a recibir mucho más adelante en esta carrera de relevos, este homenaje a su memoria.