Tres días en la cárcel: Un diálogo sin muros

«Encontré mi independencia en la prisión.»

Un diálogo profundo entre Jordi Cuixart y Gemma Nierga que deja entender una figura clave en el presente instante político.

«El procés perjudica emotivamente a todos y cada uno de los catalanes, tanto si colgamos banderas en el balcón tal y como si nos toman por equidistantes, y los cronistas debemos procurar tomar distancia y argumentar qué está ocurriendo aquí y en este momento», asegura Gemma Nierga. Con esta estable intención, pudo charlar tres días con Jordi Cuixart en un locutorio de la prisión de Lledoners. Y en un dialogo abierto, con franqueza y contundencia, el presidente de Òmnium exhibe su dimensión humana y asimismo la política.

El libro es fruto de estas sesiones que tuvieron rincón en un ambiente hostil como el de la prisión y con un cristal que ordena a saludarse como se hace entre rejas -poniendo las manos a exactamente la misma altura, palma contra palma- y reflejan la excepcionalidad actualmente que vivimos. Con honesta emoción en ciertos instantes y sin abandonar expresar las críticas personales, la entrevista aborda la trayectoria personal de Jordi Cuixart -sus orígenes familiares y su experiencia profesional-, la vida en las prisiones de Soto del Real y de Lledoners -la convivencia con los otros presos y instantes duros como la huelga de apetito de ciertos de ellos- y la política, desde el papel de Òmnium en la Sociedad catalana a la manifestación en frente de la Conselleria d'Economia por la que se le evalúa acusado de rebelión.

Con excepcional transparencia, Jordi Cuixart exhibe su personalidad y su visión de futuro. «Encontré mi independencia en la prisión. Soy mucho más libre en la prisión que la multitud que está fuera. Lo soy en el momento en que hablo de política, lo soy por el hecho de que no padezco por el resto», asegura. Y concluye: «Desde un criterio político, pienso en la situación del futuro de Cataluña. Y debemos tener claro que la situación que nos encontramos viviendo, tristemente, va para largo». Y para todos los que leen -«la persona que he popular es diferente de la persona que aguardaba entender», asegura Gemma Nierga-, el libro da un retrato asombroso y el relato preocupante de una experiencia humana y política poco comúnes.

«No espero el indulto por el hecho de que considero que España no está lista para darlo. Y si llega el indulto, va a ser una mala novedad para España por el hecho de que deseará decir que se pasa página y no se soluciona el enfrentamiento. Y este inconveniente debemos solventarlo en este momento, no lo tenemos la posibilidad de traspasar a las próximas generaciones. Ahora lo hemos ido arrastrando de una generación a otra a lo largo de varios años. Habían dicho que varias cosas no se podían realizar, pero las hicimos: votar el 1 de Octubre, por servirnos de un ejemplo. ¿Quién afirma que no tenemos la posibilidad de llevar a cabo un referéndum vinculante en el siglo XXI?»
Jordi Cuixart