Tratado de psicoterapia activa: Un psicodrama actual

Los chicos y las chicas jovenes que circulábamos por la última centuria del previo milenio soñábamos con el año 2000, con las maravillas que nos anunciaban no solamente los autores de las novelas de ciencia ficción sino más bien asimismo los científicos que abrían novedosas puertas cada día. Penetramos en el siglo XXI a través del año 2000 y muchas de nuestras ilusiones se hicieron situación.

Merece la pena rememorar aquella Viena de unas décadas antes que fue un foco de explosión de noticias adelantando las revoluciones que vendrían en tiempos siguientes en el arte, la ciencia y la técnica. Nos entregó un nuevo teatro, una exclusiva arquitectura, y por norma general, un novedoso universo. La asistencia al humano sufriente había estado en parte importante a cargo de pensadores, religiosos y pensadores unidos aún a los métodos medievales y a una medicina que todavía se movía en la confusión entre cuerpo y alma.

En el lote que aquí atrae, la psicoterapia, brotó ahora a inicios del siglo XIX, a través de una filosofía pragmática no solo un nuevo modelo de enfocar los inconvenientes de los sufrimientos del humano sino más bien un nuevo modelo de entendimiento del humano, de su enfermar y, por supuesto, de su régimen. De todos modos un nuevo pensamiento, el psicodrama, que fracturó los paradigmas precedentes en que se habían apoyado los expertos de la salud, modelos mucho más filosóficos que racionales y sentimentales que para estudiar las supones del humano descansaban mucho más en la quietud de la palabra que en la vitalidad real, móvil inteligente y activa de todo ser vivo que ofrecían los nuevos caminos.

Este modelo nacido en los comienzos del siglo XIX pasó la línea del año 2000 extendiéndose por todos y cada uno de los países de todo el mundo dejando atrás los aromas fallecidos de los viejos métodos de meditar. El Psicodrama floreció entre una pléyade colosal de nuevos modelos terapéuticos, ciertas puras técnicas, otros proyectos sectarios, pero el Psicodrama no se quedó paralizado, obstaculizado por la exigencia de aceptación ciega de sus postulados sino se desenvolvió y amplió con novedosas aportaciones, se enriqueció hasta transformarse en la fuente ineludible, como referente, para otros varios métodos de llevar a cabo. Y prosigue en ese desarrollo. El libro que tienes en tu mano lector forma parte a ese fluir incesante de ampliación y desarrollo.

En este libro de Pablo Población podemos encontrar un alén del Psicodrama, un Psicodrama que sin perder las raíces de J. L. Moreno, mira a su alrededor y medra para sugerir un auténtico nuevo Psicodrama, que persiste en su esencia pero da un paso mucho más allí en varios de sus puntos. Es el producto de 50 años de realizar Psicodrama, vivirlo y quererlo.