Todos nacemos vascos

Un libro para sacarle todo el beneficio al sirimiri y a la chuleta de kilo trescientos.

Todos nacemos vascos no es un libro de rechistes sobre bilbaínos. Todos nacemos vascos tampoco son los sketches del programa de televisión Vaya Semanita que el espectador en tantas ocasiones vió en los zápines. En Todos nacemos vascos ni tan siquiera se oculta un libro de recetas de cocina vasca, ni muchísimo menos una tesina sobre el nacionalismo.

Es bastante menos que todo eso. Es sencillamente la demostración fehaciente de que todos, asimismo usted, somos vascos o los fuimos en cierto tiempo: ¿Folla usted menos de lo que quisiese? ¿Le agrada comer bien? ¿Jamás limpia la escobilla del baño? ¿Tiene una tía monja y lo transporta en misterio? ¿Elige una comida con la cuadrilla a una comida familiar?

Ya que eso, que todos nacemos vascos y ciertos prosiguen siendo vascos toda la vida. En este momento que sus orígenes no tienen nada que envidiarle a los de Javier Clemente o Xavier Arzallus, Todos nacemos vascos le puede contribuir a entender a sus paisanos, a entenderlos, y a sacarle todo el beneficio al sirimiri y a la chuletas de kilo trescientos.